sábado, 18 de abril de 2009

Capitulo 3°

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La calma de aquella noche era total y profunda. Esta pronosticaba lo que se avecinaba…

Ward con su madre, sentadas en el suelo al lado de los pequeños dormidos. El sueño no encontraba camino para apoderarse del tedio que envolvía sus corazones; las lágrimas de su madre caían lentamente, como caen las gotas del rocío de los pétalos, y su angustia cada vez se volvía más aguda; se le dificultaba la respiración...

Ward no quería dormir, la acompañaba, y percibía su angustia; levantaba sus brazos pequeños para alcanzar la cara de su madre, tratando de expresar algo, gesto que ayudaba a aumentar el miedo y la angustia de Tej...

Llegó Khattar en su caballo al lugar acordado con los demás hombres. Todos estaban con sus armas personales; ellos sabían que aquellas armas no eran tan sofisticadas como las de los franceses, pero siempre tenían la fe de que funcionarían por ser manejadas por ellos…

... la fe mueve montañas, la persistencia cambia y transforma el destino…. el animo de conquistar la libertad anhelada era profundo sin importar el costo…. libertad o muerte y que el enemigo escoja entre la salida con vida o la muerte será su destino…
Le entregaron a Khattar la bandera y le informaron cuantos hombres eran, y que todos estaban preparados para la batalla….

En aquel momento no podía Él verles las caras; los distinguía por sus voces; la luna empezaba a abrir el camino para esconderse detrás de la montaña; Él percibía los ánimos decididos, no había marcha atrás; libertad o muerte; sus nombres serán escritos en las paginas de honor de la historia de aquel territorio, sus familias estarán orgullosas de ellos, serán héroes para siempre, las generaciones por llegar llevarán en su pecho el honor de ser sus nietos y bisnietos…

Khattar, con su voz fuerte, les ordenó:

- a la carga hermanos… con cautela… daré la señal para atacar a la guardia… cualquier error sería fatal… no hay muchas alternativas... morir o vivir dignamente…. si muero no seden, siguen el ataque… somos los dueños de nuestro destino… la fe que hemos heredado generación en generación sobre la hora y el destino es nuestra fortaleza: “ al que le llega la hora, dios lo tendrá en su gloria y se reencarnará, y el que queda vivo, que siga el camino de la batalla y que acabe con el enemigo…”… somos drusos y no le tenemos miedo a nadie, sino, a un dios… para adelante hombres valientes… para adelante héroes del monte Hermón… - fueron las últimas palabras de Khattar, que llenaban el lugar y levantaban el ánimo para la batalla.


La marcha era lenta y cautelosa; el castillo que fue construido por los Bizantinos, para ser después reconstruido en la época de las Cruzadas, y después por los Shihabies, por su posición estratégica entre Damasco y las tierras de Palestina y por estar al frente del monte Hermón. Aquel fortín tenía una puerta de madera gigante y era necesario derrumbarla para poder entrar…

Los hombres del levantamiento no tenían explosivos ni pólvora para hacerlos. Lo único que tenían era una lata de querosén para bañar la madera de la puerta y encenderla.

Los soldados franceses estaban exhaustos, no reaccionarían tan rápido como se acostumbraba; dos hombres se encargarían del querosén, Khattar pondría el fuego, y para eso preparó un pedazo de tela envuelto alrededor de un palo de roble, y lo untó con querosén y aceite. Para poder llegar a la puerta gigante del fortín había que asegurarse de los vigilantes, la mayoría de ellos estaban dormidos por el cansancio.

Los soldados franceses aplicaban y cumplían con las ordenes para arrasar con pueblos enteros, quemar su trigo y su cebada, robarles su ganado y disparar a sus mulas como diversión, pegar y mal tratar a los habitantes y sembrar el pánico en sus corazones, desplazarlos y convertirlos en refugiados en su propia tierra, capturar a los jóvenes y llevarlos a las cárceles... pero, nunca lograron quitarles la valentía y el espíritu luchador por la dignidad y la honra, tradiciones heredadas desde hace más de nueve siglos… el corazón de un druso no conoce el miedo…

La presión causa la explosión. La opresión compacta el odio y lo lleva a manifestarse en formas variadas y en actitudes y acciones… todo influyó en el espíritu del levantamiento popular y colmó las copas de la paciencia y la tolerancia y fue el detonante principal…

2 comentarios:

Campanita de BarZaires dijo...

Aleksander, esta nueva etapa tuya es increíble. Me gustaría algún día poder leer el libro completo de tu obra, no sólo estos escritos, tus poesías, sería maravilloso. Cada capítulo es más estremecedor...y sólo es el principio.
¿Sabes? esta música que se oye me hace imaginar un desierto, la brisa y el calor de la noche y una luna enorme al fondo, y un pequeño escalofrío, no se es lo que me imagino.
Un beso.

Aleksander Nagi dijo...

… mil gracias por tus palabras Campanita
… sobre la música es de un instrumento que se llama en árabe “nay” hecho de un tipo de bambú
… se caracteriza por sus sonidos que pueden ser alegres como tristes.
… es usado y forma parte de las tradiciones musicales del Medio Oriente, Turquía, Irán, Egipto etc.
… un beso y un abrazo