martes, 8 de septiembre de 2009

Capitulo 14

Esta historia es real, no es ni ciencia de ficción y tampoco un invento de la mente y sus fantasías.

Los nombres no fueron cambiados, son los nombres de mis ancestros, por lo tanto me tomé el “atrevimiento” de revivir su memoria, No con el ánimo de acusar a nadie y tampoco para abrir heridas antiguas.

Quiero utilizar su memoria como luz que ilumina mi espíritu con el ánimo de demostrar que del dolor tiene que salir la tolerancia… del sufrimiento tiene que florecer el amor, y que el respeto hacia los demás tiene que ser nuestro pan diario… que el respeto hacia las vidas de los demás tiene que ser nuestra bandera, tenemos que partir de un principio básico: “haga a los demás lo que te gusta que hagan a ti”… No exijamos tolerancia a los demás, no exijamos respeto de los demás, no exijamos perdón… exijamos a nosotros mismos la aplicación de estas cualidades… algo que el victimario como la victima tienen que aplicar… y mientras que esta “humanidad” va seguir el “ojo por ojo”, quedará y muy pronto “ciega”, algo que el Mahatma Gandhi, advirtió hace tiempo.

Mi voz es de un ser que vivió la guerra en carne propia en 1975 en el Líbano… con sentimientos y dolores de un niño que anhelaba vivir como el resto de los niños… un niño que soñaba… un niño que amaba… un niño que trataba de entender el porqué de todo eso… un niño que no vivió su niñez, como millones que no lo hacen hoy… millones que viven en este instante la dura realidad de la muerte, del hambre, de la pérdida de sus seres queridos, soportando inviernos y veranos, sed y enfermedades… mientras que el mundo los mira a través de las pantallas de los medios…

Mientras a los "pueblos civilizados" les duelen las historias que se ven en sus medios, sus estados, no hacen nada para evitar que el planeta siga atrapado en las garras de los intereses y los lucros inimaginables por el negocio de la muerte, y por el negocio de las guerras por los recursos.

La maldición del Medio Oriente es la maldición de sus recursos. Una maldición acompañada a propósito por la de la religiosidad. Es la tierra que mas profetas tuvo, y es la que más guerras ha tenido y tiene. Es la tierra que, llaman “Santa”, pero no es mas que “Asesina de sus profetas”. Torpe y dogmatica. La gobiernan dictadores, reyes y racistas que aplican limpiezas étnicas… la gobiernan sistemas políticos podridos, protegidos por grandes intereses y grandes poderes politicos como potencias tambien, donde la guerra es el idioma que se escucha, bajo titulos demagogicos de democratizaciones.

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Dedico este capítulo a los seguidores de este humilde rincón, pero, en especial a dos seres tan especiales que han seguido esta primera parte con sus recomendaciones, correcciones, y también con una voz de apoyo para seguir con el tema:

Gracias Campanita y Isabel por sus mensajes como comentarios, por sus palabras, por su cariño…

Gracias por el video que pongo a continuación, que me envía Isabel, de un compositor y cantante, músico y filosofo, un profeta más que nació en la tierra de los cedros, un hombre, que durante la guerra del Líbano, sus canciones sonaban como estruendos en los oídos de los dueños de la guerra. Sus presentaciones, me acuerdo, siempre fueron saboteadas por las inteligencias sirias, y es un enemigo declarado por Israel, por ser un cantante que cantaba canciones nacionalistas, que hablan de la libertad, la resistencia y la no rendición. Un profeta que no comulga con el fanatismo no con los dictadores, y no acepta tampoco las invasiones, ni comulga con los aviones asesinos que siembran la tierra libanesa de muerte, fosforo blanco y bombas de racimo… “nadie es profeta en su tierra”, y nadie será profeta en las tierras “santas” mientras haya guerras, fanatismos y racismos...

Es Marcel Khalife


lunes, 29 de junio de 2009

Capitulo 13




Rashaya después de la furia aplicada contra algunos de sus hijos que caían en las garras de los soldados, sufrió el castigo más feroz de su existencia. Sus humildes casas de piedras talladas y de techos de barro, estaba en llamas, salvo algunas iglesias históricas… sus hijos que alcanzaron salvar sus vidas con sus familias, la miraban desde las colinas que la rodean, y veían a su amado pueblo ardiendo, parecía un infierno… el color rojo de las llamas, invadía el color negro de la noche, los sueños se convirtieron en cenizas, la perdida de sus seres queridos nunca serán recuperadas…

Aquellos niños inocentes del fortín jamás fueron olvidados. El terror de la guerra nadie lo puede sentir como los que la viven en carne propia… borrar aquellas imágenes es imposible… las heridas no son solamente externas, sino internas también,… el sufrimiento tortura por dentro, maltrata los tejidos de nuestros sentimientos… el que recibe un golpe nunca se le olvida, pero el que lo da, posiblemente si…

Quedaron los recuerdos, las sonrisas, las alegrías, las bodas, los nacimientos, las fiestas religiosas, las reuniones para hacer comidas y compartir con los familiares… la fiesta del trigo y las cosechas, la siembra de los terruños, las noches de las uvas para sacar de su jugo la famosa miel de uvas… las noches para curtir la leche para convertirla en queso, las preparaciones para el invierno… Recuerdos agradables acompañados por las imágenes de los caídos…

Los ojos humedecidos y bañados por sus propias lágrimas, brillaban y reflejaban la luz del fuego que devoraba las casas del pueblo, una noche inolvidable, una noche asesina, una noche primaveral de 1925…

Antes del amanecer, Ali toma la mano de su madre y la mueve… el corazón de una madre es una maquina de sentimientos, una madre nunca duerme, su mente y sus sentimientos están siempre alertas… Tej abre sus ojos poniendo su mano en la frente de Ward… para un instante pensaba que se le había bajado la fiebre, pero hay algo que no le gustó, era más fría de lo normal.

La invadió un pavor escalofriante, se enderezo rápidamente, levantó a su hija, trató de verle la cara, la ausencia de la luz le impedía verla… pero su corazón detectaba lo que no quería confirmar… lo que no quería ver y sentir: aquella corazonada horrible que sintió en la casa volvió a pasar por su cabeza…

Salió de la cueva, trató de entender lo que estaba sucediendo… Ward ya no movía sus manos, Ward dejo de mirar con su ojos alegres, Ward dejo de repartir su sonrisa angelical, Ward ya estaba en los últimos pasos hacia la libertad absoluta, no quiso hacerlo sin despedirse de su hermano Ali que se aferraba a su mano durante toda la noche, y tampoco de su madre que estaba vigilando su estado… Ward quería verlos por última vez… le entró un animo para corto tiempo, levantó su pequeña cabeza, la giró hacia su hermano Ali, miró a su madre y sus ojos quedaron frías mirando hacia el infinito…

La muerte de Ward sorprendió a todos…. Ward partió, no sin antes dejar sus huellas en el corazón de su hermano y su madre para toda la vida… el ángel sonriente dejó de existir llevando en su memoria la imagen de su madre y su hermanito que la acompañaron toda la noche…

Ward descansó de las dificultades que esperaban a su familia, Ward sintió la desaparición de su padre y parece que lo quiso acompañar…

Su madre la abrazó tratando de darle vida… Ali repetía su nombre desesperado… todo era en vano… el viaje de la muerte inició su marcha, llevó bajo sus alas al ángel, a la dulce Ward…


Tej con su hijo Ali, acompañados por el señor que trataba de sacarlos de la cueva enterraron a Ward… acostaron su pequeño cuerpo en un hueco, y con cada ola de tierra que se caía encima del cuerpo sin vida envuelto por una manta, Tej enterraba su felicidad y se hundía mas y mas en su dolor… la dejaron descansar en paz, y aquella mujer tuvo que abrir su camino en la vida, sin su esposo Kattar y sin su ángel preferido Ward…

miércoles, 17 de junio de 2009

Capitulo 12

Se empeoraba la salud de Ward, su cuerpo estaba muy caliente, sus labios estaban morados… su mirada alegre y sus lindos ojos eran fríos… su cara angelical parecía otra, miraba a las caras que la rodeaban con una mirada profunda y lejana… parecía despidiéndose de sus hermanas y hermanos…

Ali estaba al lado de su madre y no miraba sino a Ward, cuando lloraba y mandaba aquel mensaje de despedida, su madre sentía que su corazón se partía en fragmentos… hablaba con ella y acariciaba su pelo castaño, pero la niña Ward, como nunca molestó en los días buenos, parece ser que no quiso ser una carga en los días malos…

La noche afuera cubría todo, hasta la luna aquella noche salía tímidamente, su luz se interrumpía con el paso de algunas nubes… había una brisa desagradable, el silencio de la cueva fue sordo, feo, monstruoso… el miedo era lo único que reinaba…

El hombre suspiraba mostrando su inconformidad con la presencia de Tej y sus hijos… Tej sabía que no quería aquel “cercano” de la familia, que Ella estuviera más tiempo allí… la esposa de aquel cobarde hombre trataba de ayudar a cargar a Ward, pero la niña ya entraba en un estado raro….

Tej entendió que lo que esta escrito tiene que suceder… y con un esfuerzo, dirigió su palabra hacia el señor, y con la sabiduría histórica heredada desde miles de años, con el corazón de una madre que le decía muchas cosas y con lo que veía en los ojos de despidida de Ward que transmitían el mensaje inevitable:

- la niña no amanecerá… dijo con su voz de una madre que su corazón moría y sus ojos lloraban y su respiración se agitaba.

Ali recibió estas palabras como si fueran un rayo que lo partió en dos… tomó la mano de su hermana, se la acerco hacia su cara inundada de lágrimas, le dio varios besos… Ward lo miró detenidamente, y con todo lo que le pasaba, se sonrió…

Tej tomo la niña y la acomodó encima de una colchoneta de lana pequeña, la cubrió con una cobija, se acostó a su lado para tranquilizarla… Ali, del otro lado tomó el piso frió de la cueva… agarró la mano fría de su hermana y su mirada estaba dirigida hacia aquellos amados ojos…

Los corazones cuando estan cerca, se comunican…
Transmiten lo que sienten y los ojos son el medio de expresar…
El roce de la piel es un medio que transmite, a pesar de la angustia, una paz y una sensación de protección…
Cuando una mano de recién nacido abraza un solo dedo de nuestras manos, acaricia así el corazón y su alma…
Acaricia nuestra existencia…
Alineación al centro

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miércoles, 10 de junio de 2009

Capitulo 11

El joven de ojos azules llamado Hani, con su hermana de dos años, observaba todo con el miedo que lo invadía… pero la suerte le tenía una sorpresa, por la misma cantidad de gente, por el mismo desorden mezclado con los gritos de todos, eso era como una torre de Babel, ordenes en francés, suplicas en árabe, fusiles descargando su furia en cuerpos indefensos…

Los bultos de arena del paredón salpicados de sangre, cuerpos agonizantes amontonados… reinaba el olor de la muerte en el lugar… Hani quedó cerca de la salida secreta a través del estrecho callejoncito… los vigilantes desconcertados, los soldados inquietos, Hani aprovechó el momento para salvar su vida y la de su hermana…

En el momento de una nueva descarga durante la cual los fusiles lanzaban la muerte por sus boquillas, Hani se metió en el callejón… no miraba hacia atrás, antes de hacer el salto peligroso, procuró que no había nadie vigilando, agarró a su hermana, la bajo primero, después se deslizó por las piedras y en aquel instante, su oído recibe el terrible silbido de una bala con un grito: “¿todavía hay drusos por aquí?- gritó un colaborador (mercenario) libanes... Hani, agarró a su hermana y se perdió bajándose entre los pinos…

La casa estaba cerca, sabia que su madre lo estaba buscando… tocó a la puerta… nadie abrió… pero si la puerta de la vecina católica, que toda la vida era como parte de la familia se abrió, y él vio la cara de su angustiada madre, que no podía creer lo que veía… era Hani con la pequeña Zihr… la lagrimas llenaron sus mejillas… verlos vivos era algo que no lo esperaba… creer en lo que sus ojos veían era difícil… solo el calor de sus caras percibidos por aquellos besos mezclados con un largo suspiro, la hizo creer que lo tenía entre sus brazos…

- ponga esta ropa… vamos a salir ya… la vecina no nos puede proteger mas… me prestó un velo negro para cubrir mi cabeza y así aparentar como católica… y tu saludaras en francés a los soldados del reten… toda nerviosa le dio a Hani las instrucciones.

Se despidieron de la vecina y tomaron su rumbo hacia lo desconocido… pero Hani todo el camino tenía aquellas imágenes de la masacre dentro del fortín, todos sin excepción fueron aniquilados, no sirvieron las lágrimas ni las suplicas de aquellos niños, nada los salvó…

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sábado, 30 de mayo de 2009

Capitulo 10

La cueva-refugio que buscaba Tej estaba a poca distancia de lo que faltaba del eterno camino… Eran las horas de la tarde de aquel largo y inolvidable día… el sol primaveral iniciaba su despedida, su lento descenso atrás de las montañas marcaba el cielo y pintaba las pocas nubes con colores rosados tirando hacia un rojizo claro…

Tej todo el tiempo estaba pendiente de sus pasos y de la cara expresiva de Ward, la fiebre que atacaba su pequeño cuerpo no cedía… por lo tanto aquella sensible criatura se debilitaba, lloraba de vez en cuando, su voz era tenue y se le notaba su desespero. Nunca Ella estaba en esta situación, nunca la vieron tan enferma durante todos estos cortos seis meses…

Al llegar a la entrada de la famosa cueva, encontró que alguien se la había adelantado… sentía un alivio al encontrar gente en aquel lugar y que no se quedaba sola con sus pequeños… y de repente, sale un señor con una cara familiar, pero asustado, seguido por la esposa, se acercaron y recibieron a la niña enferma, el señor la ayudo a bajar al resto…

Eran del pueblo y conocían quien era Tej… entraron a la cueva y la preocupación era Ward, le dieron un sorbo de agua y su madre trató de darle otra vez leche… no podía controlar sus lagrimas mientras les comentaba lo que le había pasado…

Ward resistía y volteaba su cara expresando la falta de apetito que tenía, su voz cada vez era más débil… el hombre estaba desesperado, tenía miedo que alguien viera a los caballos afuera, tenía miedo que los franceses siguieran a esta mujer, la esposa del líder…..

- Tej, ¿porqué no sigues el camino con tus hijos, y vas al pueblo aledaño, si se dan cuenta los franceses de presencia, nos mataran a todos…? pidió aquel hombre sin mirarla a la cara.

la vida da vueltas, los “amigos” del ayer, en muchas ocasiones, son los primeros en dar la espalda a uno cuando los necesita… no todos los hombres tiene la misma valentía…. por lo tanto Tej tenia que tomar una decisión y no mostrarle miedo. Pero sentía también la necesidad de descansar, darle una tregua a su cuerpo sin comida todo el día, darles a los niños un descanso, y tratar de ganar tiempo para ver como seguía Ward, aunque ella tenía un presentimiento muy amargo por dentro…

Los soldados en el fortín tomaban a los hombres adultos y los separaron para amarrar sus manos… los separaban en grupos de diez, el pelotón tomaba su posición frente al paredón… se dio la primera orden, una ola de balas a corta distancia choca contra aquellos cuerpos indefensos… de los cuerpos agonizantes escurría la sangre fluyendo de los orificios causadas por el plomo… se preparaban para la otra orden y para otras víctimas más… los niños aterrorizados miraban a sus padres camino hacia el paredón…. otra ola de fuego… otros hombres tendidos…


los soldados recibían las ordenes, pero son seres humanos, por mas asesinos que podrían ser, la imagen de la muerte siempre los afecta… se les notaba la inconformidad, estaban vengando la sangre de sus compañeros, pero en el medio están los niños llorando y gritando… ver a aquellas criaturas en esa situación es una imagen que los acompañará dentro de sus recuerdos para toda la vida… recuerdos que les dejaran huellas dentro de su ser, una pesadilla permanente que los llevará hasta el borde de la locura…. ¿pero quién podía detener aquella cruel masacre?, ¿Quién podía oponerse a las ordenes dadas por los generales?, ¿acaso no siempre se justifica la muerte de mucha, muchísima gente, diciendo que en la guerra no se puede pensar en los que mueren, le guerra es guerra?...

miércoles, 20 de mayo de 2009

Capitulo 9




El fortín, al tener aplastado el levantamiento, se preparó para la otra etapa… la etapa típica de los colonizadores llámense como se llamen: la humillación de los pueblos, la tortura de sus cuerpos y almas, la desaparición violenta, el sometimiento, el genocidio, y todas estas prácticas son justificadas por el “fin”…

La entrada al fortín tenía su puerta tirada semidestruida por el fuego, su cuerpo transpiraba humo asfixiante, un sabor amargo se unía a la amargura de aquella fila india que entraba con pasos lentos.

Alrededor se veían cuerpos tirados de personas conocidas, familiares y compañeros… los niños estupefactos contemplaban estas imágenes que no conocían antes; sus verdugos, los dirigían como una manada de ganado hacia la carnecería.

Era una costumbre muy común ese tipo de estrategias para sembrar el terror… en aquel tiempo, no existían las oficinas de los Derechos Humanos… y ¿de qué humanos estamos hablando, si se trataba de unos pueblos del lejano o del medio oriente?, ¿acaso en África no llevaban a los esclavos en barcos hacia América, y los regaban por todas partes del mundo como si fueran mercancía sin ningún tipo de derechos?, ¿acaso no existían perros y gatos en muchas casas reales y aristócratas que comían y siguen comiendo mejor que muchos humanos?, ¿cual es el problema en fusilar y masacrar cien, doscientas, mil personas de esta categoría inferior humana?.... lo importante es, que las ordenes se cumplan.

Hay que entender también, que solamente las madres de los franceses son las que sienten y lloran… las madres de aquellos pueblos del oriente son unas mujeres que no sienten, ni lloran a sus hijos… además sus hijos no son tan importantes como el resto de los hijos del “mundo civilizado”… si, es así de cruel… pero lo que occidente ignora, y hasta el momento, que los del “allá” son de carne y piel…

En la fila se encontraba un joven de ojos azules llamado Hani de nueve año, cargaba en su espalda a su hermana de dos… entró a la fila por mala suerte, porque en aquella noche se encontraban donde su abuela y querían volver a su casa para saber de su madre… los franceses al verlo le hicieron la seña para entrar en la fila… pero al llegar al fortín el quería seguir su camino… los franceses le prohibieron salir del grupo, le mostraron que tenia que seguir atrás de los demás.

Él sintió el olor de lo que se cocinaba… veía varios grupos formados que esperaban frente a un muro que tenia fama…. supo que los soldados los preparaban para el fusilamiento… Él conocía el fortín muy bien, venia con mucha frecuencia para estudiar francés con los soldados, tenía muchas ganas de aprender, aprendió el árabe literario escribiendo y practicando sus complicadas escrituras y reglas utilizando el papel de las bolsas de las tiendas…

De repente se acordó de una salida pequeña secreta a través de un callejoncito muy estrecho que se daba a un quebradizo lleno de pinos tupidos; por esta puerta insignificante y secreta, los soldados se escapaban de vez en cuando… Él sabía sobre su existencia, porqué, en muchas ocasiones, le tocaba arriesgar su vida saliendo por ella para que los tenientes no lo agarraran adentro… era prohibido la presencia de foráneos !!!??.

Miraba alrededor para ver a sus amigos soldados, no encontraba a ninguno, seguía con pasos débiles por el miedo y trataba de quedarse de último, pensando en la salida secreta, es la única salvación…

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domingo, 10 de mayo de 2009

Capitulo 8

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Después de un periodo de tiempo, subiendo una colina de difícil acceso que quedaba frente a Rashaya, miró Tej hacia atrás para encontrar que el pueblo estaba sufriendo el salvajismo y la ferocidad del los colonialistas…

Se veía el humo saliendo de las casas alcanzadas por el peine (en el idioma militar) de los soldados… paró la marcha, su corazón latía fuertemente, no podía entender lo que sucedía en aquel momento, no podía creer las imágenes que sus ojos recibían, su pueblo, sus familiares, sus queridos amigos y cercanos, sus recuerdos y sueños se evaporaban, dejaron de existir y para siempre… se sentó para recuperar el aliento, porque la carga nerviosa, con el hambre y la sed se apoderaban de ella…

- “Madre, Ward se siente mal”- interrumpió los hilos de su pensamiento, la voz de su hijo mayor Ali…

La niña alegre de la sonrisa permanente tenía la cara pálida… temblaba y miraba a su madre con ojos tristes… la madre pensó que de pronto se debe a la falta de comida… la recibió para darle su comida materna, la niña trataba de complacer a su madre, su cara amarilla estaba muy caliente, tenia fiebre, y seguía temblando…

En aquella época nadie entendía que los niños reciben la angustia desde el primer momento de su nacimiento… los niños nos hablan con su mirada al nacer, se comunican a través de sonrisas, gestos y lagrimas… sienten las preocupaciones y las tensiones de su entorno, también sienten la perdida de un ser querido… manejan el concepto de la energía existente en el ambiente…

Tej sentía que el ánimo de su hija estaba en decadencia, trató de darle mas leche pero fue en vano… el tiempo estaba corriendo y había que alcanzar una cueva en la cual todos los aledaños se refugiaban en sus viajes… hay que llegar antes de la noche para no correr el riesgo de encontrar algún ser salvaje fuera de los soldados… ella estaba con sus pequeños sin defensa y necesitaba darles refugio para poder también atender con calma a Ward. Siguió su camino y Ward estaba en sus brazos contemplando su cara con sus ojos tristes esta vez…

Se agotaron las municiones. Los hombres del levantamiento, que quedaron vivos con sus armas convertidas en instrumentos de hierro y madera, empezaron su retirada para escapar del pueblo… un arma sin su munición, sirve para un museo y para decoración…

La fila india de los hombres acompañados por sus hijos barones cada vez era más numerosa… los pies descalzos de aquellos pequeños era la causa de un dolor más en el corazón de sus padres al verlos humillados de esta manera…

La rabia por la impotencia es demoledora, y las manos fuertes de un campesino dejaron de ser útiles frente a las nuevas máquinas de la guerra…

El ser humano con su capacidad de razonar, algo que supuestamente lo diferencia de los otros seres, creó mecanismos para su propia destrucción… los “humanos” con su malicia se encargaron de crear su propia desgracia en la vida: la máquina de la guerra, las herramientas de la muerte, como también, las estrategias de la humillación… nada raro, el “humano” es así, porque es “humano” y supuestamente “razona”…

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sábado, 2 de mayo de 2009

Capitulo 7°

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El contingente entró al pueblo con unas pérdidas inesperadas… los hombres del levantamiento tenían buena puntería… y la valentía los hacía casi invencibles, aun con las pocas municiones que les quedaba… no le tenían miedo a la muerte, temían únicamente a la humillación…

Los carros militares apagaron sus ruidosos motores… los soldados y por ordenes mayores, entraban a las casas y capturaban a todos los hombres, sin importar la edad… los colocaban a todos en fila india, cualquier intento de resistencia, fusilaban a la persona inmediatamente… los dirigieron a todos hacia la plaza del fortín…

Con los pasos pesados y con el miedo a los soldados que pateaban las puertas de las casas, y sacaban en el camino al resto de la población, fusilaban a los que resistían y empujaban a las mujeres que se aferraban a sus hijos, a punto de golpes y patadas y en ocasiones las fusilaban también…

Mostraban los franceses, no solamente su miedo sino también su salvajismo, “el ser humano es el único ser que mata por matar…”, decía alguien… y el victimario siempre es cobarde… siempre el miedo lo rodea… lo enferma… y lo destroza internamente.

el pueblo estaba rodeado… la incertidumbre y el terror hacían su efecto en la mirada de los niños indefensos que no entendían el porqué de todo esto… no entendían porque son sacados de sus lechos, arrancados de los brazos de sus madres, sin permitirles por lo menos despedirse de ellas… sus lagrimas que acompañaban sus voces entrecortadas de gritos sofocados por el miedo, rogaban a los soldados, que los jalaban por el pelo para seguir a los demás niños descalzos… suplicaban para dejarlos volver a sus casas, a los brazos de sus madres, aquellos gritos suplicas nunca tuvieron respuesta…

los niños no saben de guerras, pero sí, la sufren… los niños no saben de estrategias políticas o militares, pero sí, pagan sus vidas para que los invasores lleguen al “fin que justifica los medios”… los niños no tienen odios, pero las circunstancias los llevan a tenerlos… ninguna humillación pasa de desapercibida, de una manera u otra se manifiesta en el futuro en la actitud y la conducta… las palabras tienen mas efecto que el filo de un sable y las injusticias son la causa principal de la violencia, es el caldo de cultivo donde crece y toma forma…

Tej llega a su casa, las lágrimas ya no salían, se reflejaban con dolor en su garganta, el dolor que sentía la hacía llorar por dentro… su respiración agitada era notoria, los pequeños la estaban esperando… Ward no la recibió con la sonrisa de siempre, se refugiaba en los brazos de su hermano mayor… parecía saber que su madre no tenía tiempo para ella…

Ward nunca causo molestia, lloraba menos que los otros niños, dormía mas tiempo, su sombra era muy liviana dentro de la casa, se enfermaba menos que el resto de sus hermanas y hermanos… Khattar se preocupaba por esta manera de ser, al fin y al cabo se percibía en la casa que la presencia de Ward era como la del ángel, siempre para ayudar…

La madre de Ward agarró todo lo que había preparado, se dirigió hacia el caballo, puso a sus hijos encima… entregó a Ward a su hermano mayor, y en este instante apareció el otro caballo de Khattar… esta vez sin su jinete, triste y humillado, con pasos tranquilos, y se paró al frente mirando a la familia… sentía la pérdida de su dueño… volvió a su lugar de siempre, parecía cumplir con otra promesa, seguir ayudando a la familia…

Tej lo toma y lo acaricia, el caballo pone su cabeza en su hombro, como si fuera dando el pésame y compartiendo el dolor con ella… y así, ella empezó su odisea, bajando los senderos rocosos para salir lo mas rápido posible antes de que el cerco de los soldados franceses cerrara sus mandíbulas y les prohibiera la salida…
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martes, 28 de abril de 2009

Capitulo 6

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Los franceses, con toda su experiencia en las guerras, estaban a punto de perder el fortín. Pero la ayuda estaba en camino, les dieron órdenes para que resistieran… Por el otro lado, cada vez eran menos los hombres del levantamiento, muchos trataban de tapar sus heridas, otros estaban con la misma mirada congelada de Khattar, otros, buscaban como salir con vida, el levantamiento estaba en problemas serios.

Se les agotaron las municiones… aun que estaban a punto de ganar, el destino les jugó mal... nunca pensaron que en aquel día, un refuerzo militar estaba en camino a Rashaya para seguir después hacia Siria.

Les avisaron que el contingente ya estaba cerca… Un grupo pequeño de los miembros del levantamiento, con los pocos municiones que les quedaban dejaban la zona del fortín y tomaron otras posiciones para tratar de hacerle perder al contingente en camino algunos hombres… sembrarles el pánico….pero toda estrategia que estaba en mente tenía un solo destino: el fracaso… Khattar estaba acostado en aquel callejón que frecuentaba todos los días. Él no podía disfrutar más de las rosas y los jazmines que lo decoraban, tampoco podía ver a su mujer haciendo sus pasos hacia su cuerpo sin vida…

Al acercarse hacia Él, Tej pudo notar que su cuerpo estaba intacto. Los ojos abiertos, su ropa negra no reflejaba manchas de sangre, pero su piel reflejaba la palidez de la muerte… se arrodilló y lo tomó entre sus brazos, sus lágrimas escurrían y bañaban la cara del hombre que amó toda la vida , que reflejaba la falta de calor que daba el alma, … Le hablaba esperando alguna respuesta… Las manos de Khattar estaban frías, trataba de moverlo tratando de recuperar lo que sería imposible recuperar… Khattar estaba muerto…
- apurate hay que sacarlo de aquí -le dijo el familiar-

La mirada herida de Tej expresaba el dolor tan profundo que tenía en su interior: - vamos a enterrarlo, busca las herramientas que están en el establo, voy a sepultarlo para que los franceses no lo encuentren… para no permitirles exhibir su cuerpo mostrándolo como un trofeo de su victoria… no les voy a dar este gusto. -le contestó con su vos ahogada-

La rabia llenó su espíritu… la perdida era grande… Sin Khattar su destino se transformaría radicalmente, tenía que aceptar la perdida y salvar lo que se puede salvar… El hombre se fue con pasos acelerados, trajo las herramientas, llamó a dos familiares para que lo ayudaran. Cargaron el cuerpo sin vida de Khattar, y se dirigieron hacia el cementerio de la familia…

El camino era como todos los caminos que reciben en su distancia los pasos del dolor… caminos que dentro de sus entrañas van recibiendo recuerdos que la mente expresa al recordar a un ser querido que deja de existir… lagrimas que sueltan los ojos viendo internamente los momentos hermosos que nunca volverán… sonrisas, charlas, amores, abrazos, planes, sueños y cariños... Los disparos y los explosivos rompían con su ferocidad la transparencia de la calma que caracterizaba aquel pueblo… el humo que llevaba bajo sus alas el olor de la muerte cubría buena parte de Rashaya… el sol trataba de difundir su calor acariciando con sus rayos la nieve blanca del monte Hermón, pero al llegar a tocar las espesas nubes de humo, aquellos rayos se fatigaban y se desvanecían… Rashaya parecía un territorio fantasmal, a sus callejones y senderos les hacía falta la fiesta matutina de los cultivadores artesanales, la sonrisa de su gente, la alegría de recibir un día primaveral, la boda de olores de las rosas, los jazmines mediterráneos, los claveles y la lavanda, de los manzanos, perales, almendros, cerezos y ciruelos…

Tej caminaba atrás de los tres hombres que cargaban el cuerpo del líder muerto… llegaron al lugar donde enterraban a sus seres queridos, iniciaron el trabajo con un silencio interrumpido por el ruido de la tierra que abría su pecho para recibir a un hijo que dio su vida por ella…

Las palabras no salían, sus gargantas estaban secas por la angustia de la perdida de aquel hombre… por la derrota… por las familias que esperaban a sus seres queridos que tuvieron el mismo destino de Khattar… por el miedo a lo que le esperaba a Rashaya cuando los franceses inicien su venganza… sentían que la muerte circulaba como una tormenta…

Colocaron el cuerpo y lo cubrieron con una cobija, antes de derramar la tierra encima para que lo abrazara… ayudaron a Tej para levantarse, parecía que se le había olvidado que tenía que salir del pueblo… ella quería estar más tiempo al lado de aquel lugar que recibió en su corazón a Khattar…

Ward y el resto del linaje la estaban esperando… no hay tiempo para los sentimientos… hay que salvar a los que están vivos…

La muerte es una ley como la vida misma… es otra manera para vivir… es otra manera para liberarse…. es la libertad absoluta….es el comienzo como podrá ser el fin también…. muchos siguen viviendo después de morir, y muchos están muertos mientras vivan…

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sábado, 25 de abril de 2009

Capitulo 5

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Khattar esperaba el acercamiento de sus compañeros para seguir la otra etapa. El sol anunciaba su llegada, el monte Hermón lo escondía atrás y con la ceremonia del color azul profundo que se tornaba mas claro con el paso de los minutos que le daban el camino… Kattar necesitaba la escalera hecha a mano de troncos de roble para poder subir, y así buscar entrar por una de las ventanas que tenía el muro y de las cuales disparaban los franceses.

Mientras que unos cubrían disparando contra los franceses, los hombres de la escalera se movían con rapidez, y los treinta metros parecían toda una eternidad, una distancia infinita... al fin llegó la escalera, que estaba salpicada por la sangre de tres compañeros que cayeron bajo el peso de las balas francesas disparadas por aquellos soldados; no hay tiempo para pensar en ellos, la muerte en una batalla es un honor sagrado… levantaron la escalera y la apoyaron contra el muro del fortín.

Khattar empezó a subir, pero Él no veía que a tres metros de él, había una boquilla de un fusil francés famoso y conocido como el “treinta y seis”, del cual sale un disparo. Sentía Khattar que algo lo atravesó, pero no entendía por un segundo lo que le sucedió; instantáneamente perdió la fuerza en sus manos y piernas, el disparo lo atravesó entrando por el hombro derecho y salio por la cadera pasando por la área de los pulmones y el estomago destruyendo su cadera izquierda. El cuerpo, sin la fuerza con la que contaba aquel valiente hombre se desplomó.

Sus compañeros lo recibieron, lo acostaron, mientras que otros trataban de reemplazarlo… la perdida era significativa. Khattar, agonizando le pidió a un familiar que entregara su arma a su familia, una tradición muy común, y el arma se entrega en general al mayor de lo varones.

… Khattar sentía mucha sed, pidió agua, la sangre salía de su boca dificultando su respiración, sus ojos se congelaron, su mirada vacía indicaba su asenso al oriente eterno… Su compañero trataba de animarlo, pero en vano, Khattar ya se había despedido de su familia, sabía que iba a morir, sabía que no iba a ver más a su amada Ward, a su esposa Tej y a sus pequeños...

Todo estaba listo en la casa de Khattar para empezar la odisea. Escapar en el caballo con los niños con lo que podían cargar. Tej contemplaba el interior del baúl sacando las esterlinas… encontró cosas que la hacían recordar a Khattar y los momentos felices. Eran felices y vivían bien. Ella sentía un vació interno, lagrimas inevitables salían de sus ojos, sentía que Khattar la estaba llamando, la necesitaba, lo sentía cerca…

En este instante escuchó una voz conocida de un familiar que tocaba la puerta llamándola… Ella, cargando a Ward, hizo los pasos más largos y angustiados de su vida y parecía la distancia para llegar a aquella puerta, infinita… La abrió y encontró a un hombre, con su ropa impregnada de sangre. Lo miró a la cara, y los ojos decían todo. Ella en un instante se le nubló la mente, y trataba de mantenerse parada, y con una voz que se ahogaba y apenas podía salir, le preguntó:

- ¿dónde está Khattar?.

El hombre que trataba de respirar, entre el dolor por la pérdida y el cansancio, le hizo una seña para acompañarlo, contestó:

- no pude cargarlo más, ayúdame porque lo dejé cerca de aquí en el callejón – y empezó a llorar también-.

Ward dejó su sonrisa acostumbrada, sintió algo. Su madre la entregó a su hermano de ocho años y les pidió quedarse dentro de la casa…

La angustia se transmite, el dolor interno viaja a través de nuestros movimientos... el idioma del alma y de los sentimientos es universal, se entiende sin la necesidad de explicaciones... A su corta edad, los hijos Khattar lloraban la muerte de su padre.

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martes, 21 de abril de 2009

Capitulo 4°

*
* *



Los hombres del levantamiento tomaban sus posiciones. Los soldados de la vigilancia, algunos estaban dormidos… dos de ellos estaban fumando frente a la puerta gigante de madera, los distinguían por la luz que emitían al disfrutar de sus últimos sorbos de humo…
Khattar y sus hombres no veían a los demás vigilantes, pero igual querían seguir. El sudor frió bañaba sus frentes, se les temblaban las manos, la reacción típica del cuerpo humano antes del primer disparo. El silencio era total, todos estaban a la espera…

Khattar apuntó hacia uno de los fumadores, su compañero hizo lo mismo con el otro, la distancia no era nada grande, veinte metros apenas; y como acordaban todos disparaban en el mismo tiempo… Dos soldados en el piso agonizando.

Después de que el estruendo de los disparos cortaba el silencio y destrozaba la trayectoria que los separaba de aquellos fumadores, la batalla empezó.

Los hombres del levantamiento disparaban hacia cada hueco de las trincheras de las torres, de las cuales salían los relámpagos de fuego de las boquillas de las armas francesas… algo que engañó a los soldados franceses y los confundió, podían ver de dónde venía el fuego, pero no alcanzaban a ver a Khattar y su dos compañeros, ellos estaban por debajo del muro al lado de la puerta gigante de madera…

Los compañeros de Khattar procedieron a bañar la madera con el querosén, Khattar prendió el fuego, la madera inmunizada con brea empezó a arder… los soldados no podían abrirla, tampoco apagar el fuego que la consumía, la luz del fuego hizo de los soldados franceses un blanco fácil para los hombres del levantamiento…
hombres valientes y de buen ojo para el tiro, sabían que no tenían suficiente municiones, por lo tanto, no podían darse el lujo de disparar por disparar… el fuego iluminaba la zona y el humo negro cubría la parte alta del fortín , algo que obligo a los franceses concentrarse en una de las torres para poder disparar…
El silencio dejo de ser la ausencia del ruido, las ráfagas que daban los fusiles franceses semiautomáticos, rompían cualquier silencio… la mezcla del cansancio, el miedo y la incertidumbre son muy peligrosos durante una batalla, más aun cuando se trata del factor sorpresa…

Los hombres del levantamiento disparaban hacia toda boquilla de la cual salía la llama de los disparos y las silenciaban para un rato… les daban a los soldados en el pecho, en la cabeza, en los hombros, casi todos eran hombres muertos…
Los soldados no podían bajarse del fortín por ningún lado para rodear a los que estaban disparando. Trataban de moverse pero no podían, buscaban la manera para subir alguno de los cañones que tenían pero les fue imposible… sabían que la rabia del pueblo es seria, sabían también que la voluntad de los pueblos es inquebrantable… los pueblos que buscan su libertad se aferran al destino para tenerla sin importar el costo… Los franceses tenían la experiencia y el recuerdo, aun después de muchos años, de su propia Revolución Francesa…



En las casas de Rashaya, nadie prendía las velas o las mechas de las farolas de querosén como era de costumbre. Las mujeres cubrían y animaban a sus pequeños.

Ward con su madre tampoco podían dormir, estaban escuchando todo… el corazón de la madre de Ward tenía un presentimiento que la mortificaba; sentía que su vida iba a cambiar para siempre.
El olor de la muerte, del desastre, lo percibía con su mente y corazón. Miraba la cara de Ward, sentía algo raro, una corazonada, de inmediato trataba de sacar la idea de su cabeza…

La batalla afuera entró en un grado más intenso. Empezaban a sonar los explosivos fuertes, las paredes y las ventanas hacían ruidos agudos y temblaban... Su preocupación por Khattar llegó a su tope, sentía que los hombres del levantamiento iban a ser liquidados… Y así Tej, empezaba a prepararse para la huida. Los pequeños, que se despertaron horrorizados, preguntaban por su padre; el miedo los hacía sentir la necesidad de ser protegidos; su padre no estaba en casa en el momento que más lo necesitaban.

El mayor de ocho años abrazaba a su hermano y sus dos hermanas y los calmaba como todo un hombre, pero no era suficiente, su madre empacaba la ropa, la comida y otras cosas.

El niño miraba con sus ojos que hacían muchas preguntas, pero sin mencionar ni una sola palabra…. “El que no entiende con la mirada no entenderá con las palabras”, dice un viejo dicho árabe… los ojos hablan el idioma del alma, reflejan los pensamientos y los sentimientos…



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sábado, 18 de abril de 2009

Capitulo 3°

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La calma de aquella noche era total y profunda. Esta pronosticaba lo que se avecinaba…

Ward con su madre, sentadas en el suelo al lado de los pequeños dormidos. El sueño no encontraba camino para apoderarse del tedio que envolvía sus corazones; las lágrimas de su madre caían lentamente, como caen las gotas del rocío de los pétalos, y su angustia cada vez se volvía más aguda; se le dificultaba la respiración...

Ward no quería dormir, la acompañaba, y percibía su angustia; levantaba sus brazos pequeños para alcanzar la cara de su madre, tratando de expresar algo, gesto que ayudaba a aumentar el miedo y la angustia de Tej...

Llegó Khattar en su caballo al lugar acordado con los demás hombres. Todos estaban con sus armas personales; ellos sabían que aquellas armas no eran tan sofisticadas como las de los franceses, pero siempre tenían la fe de que funcionarían por ser manejadas por ellos…

... la fe mueve montañas, la persistencia cambia y transforma el destino…. el animo de conquistar la libertad anhelada era profundo sin importar el costo…. libertad o muerte y que el enemigo escoja entre la salida con vida o la muerte será su destino…
Le entregaron a Khattar la bandera y le informaron cuantos hombres eran, y que todos estaban preparados para la batalla….

En aquel momento no podía Él verles las caras; los distinguía por sus voces; la luna empezaba a abrir el camino para esconderse detrás de la montaña; Él percibía los ánimos decididos, no había marcha atrás; libertad o muerte; sus nombres serán escritos en las paginas de honor de la historia de aquel territorio, sus familias estarán orgullosas de ellos, serán héroes para siempre, las generaciones por llegar llevarán en su pecho el honor de ser sus nietos y bisnietos…

Khattar, con su voz fuerte, les ordenó:

- a la carga hermanos… con cautela… daré la señal para atacar a la guardia… cualquier error sería fatal… no hay muchas alternativas... morir o vivir dignamente…. si muero no seden, siguen el ataque… somos los dueños de nuestro destino… la fe que hemos heredado generación en generación sobre la hora y el destino es nuestra fortaleza: “ al que le llega la hora, dios lo tendrá en su gloria y se reencarnará, y el que queda vivo, que siga el camino de la batalla y que acabe con el enemigo…”… somos drusos y no le tenemos miedo a nadie, sino, a un dios… para adelante hombres valientes… para adelante héroes del monte Hermón… - fueron las últimas palabras de Khattar, que llenaban el lugar y levantaban el ánimo para la batalla.


La marcha era lenta y cautelosa; el castillo que fue construido por los Bizantinos, para ser después reconstruido en la época de las Cruzadas, y después por los Shihabies, por su posición estratégica entre Damasco y las tierras de Palestina y por estar al frente del monte Hermón. Aquel fortín tenía una puerta de madera gigante y era necesario derrumbarla para poder entrar…

Los hombres del levantamiento no tenían explosivos ni pólvora para hacerlos. Lo único que tenían era una lata de querosén para bañar la madera de la puerta y encenderla.

Los soldados franceses estaban exhaustos, no reaccionarían tan rápido como se acostumbraba; dos hombres se encargarían del querosén, Khattar pondría el fuego, y para eso preparó un pedazo de tela envuelto alrededor de un palo de roble, y lo untó con querosén y aceite. Para poder llegar a la puerta gigante del fortín había que asegurarse de los vigilantes, la mayoría de ellos estaban dormidos por el cansancio.

Los soldados franceses aplicaban y cumplían con las ordenes para arrasar con pueblos enteros, quemar su trigo y su cebada, robarles su ganado y disparar a sus mulas como diversión, pegar y mal tratar a los habitantes y sembrar el pánico en sus corazones, desplazarlos y convertirlos en refugiados en su propia tierra, capturar a los jóvenes y llevarlos a las cárceles... pero, nunca lograron quitarles la valentía y el espíritu luchador por la dignidad y la honra, tradiciones heredadas desde hace más de nueve siglos… el corazón de un druso no conoce el miedo…

La presión causa la explosión. La opresión compacta el odio y lo lleva a manifestarse en formas variadas y en actitudes y acciones… todo influyó en el espíritu del levantamiento popular y colmó las copas de la paciencia y la tolerancia y fue el detonante principal…

jueves, 9 de abril de 2009

Capitulo 2°

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Las noches primaverales en Rashaya eran hermosas, eran para reunirse a disfrutar de un Mate (una bebida Argentina que llegó a los finales siglo XIX, y sigue siendo una tradición en aquellos pueblos Drusos), y de una cena campesina: “labne” ( kumis hecho de leche de oveja, de cabra o vacuna) bañado con aceite de oliva virgen, queso de cabra salado, aceitunas, orégano silvestre secado y molido con otros ingredientes mezclado con aceite de oliva (zaatar), variedades de verduras silvestres recogidas durante el día, con un pan árabe horneado hecho de la harina de trigo producido por aquellas tierras; este lapso de tiempo era para la tertulia, como también, para organizar las labores del otro día, evaluando lo que se hizo durante el día, con el sazón de algún nuevo chisme alegre, o de noticias graves como lo que iba a suceder en aquella noche…

El padre de Ward, Khattar, un hombre conocido, era el que traía el dinero de los sueldos de los turcos antes de la ocupación francesa después de la Primera Guerra Mundial; un trabajo, en aquella época, que era para los verdaderamente valientes, para los que no temían a la muerte, y por supuesto, con la capacidad de defender la carga que venía encima de los lomos de los caballos. Era un trabajo con mucho riesgo, y a él que iba siempre solo, nadie se atrevía a cruzar en su camino y los ladrones de aquella época sabían que meterse con él era algo casi imposible.

Khattar estaba preocupado aquella noche, se le notaba la angustia… tenía noticias desagradables, esperó hasta que sus pequeños fueran a dormir, para comunicar a su esposa Tej (Corona, en árabe) la mala noticia:

- hoy fui elegido el Porta Estandarte para liderar el levantamiento – dijo él- me honraron con este cargo, la libertad no se negocia con nadie; nacimos libres para vivir con dignidad y integridad. la vida es corta pero hay que vivirla con orgullo y con el frente en alto, hay que hacer algo, no podemos seguir agachando la cabeza. la cobardía es un mal que paraliza nuestro espíritu, anhelamos nuestra libertad sin importar el precio que hay que pagar por ella...

Preocupada con lágrimas en los ojos, con las manos cubriendo su cabeza, su esposa Tej, le responde:

- ¿qué vamos a hacer si el levantamiento es aplacado por los franceses? ¿qué haremos con los niños, y que pasará con ellos, con Ward?, ¿Qué pasara con Rashaya y su gente?...

Khattar pasó su mano por su bigote, arregló su turbante blanco, la miró con sus ojos verdes, con una fe de que la decisión ya estaba tomada y los preparativos estaban en marcha… los hombres del pueblo ya estaban con los preparativos y sus armas ya estaban listas, le replicó:

- nacimos para vivir dignamente y para morir dignamente… morir hoy dando la libertad a todos, será mucho mejor que vivir cien años humillados… lo que está escrito, escrito está… el destino nos trajo a los franceses y el destino con nuestras manos, se encargara de ellos… ellos tendrán que entender que los pueblos tienen derecho a la vida digna, a la libertad… somos los dueños de nuestro propio destino… no nos dejaron otra alternativa…

Pasó su mano al bolsillo de su saco negro, para sacar algo que tenía allí:

- Aquí está la llave de mi baúl, tengo las monedas de oro allí… si me llega a pasar algo, tomaras el caballo e iras hacia el norte. te lo dejo preparado para que tenga una salida rápida del pueblo… esta madrugada, iniciaremos el ataque… cuide a los niños…

Destruida, secaba sus lágrimas que cubrían sus mejillas y con un fuego en el corazón, lo miró, con aquella sensación que el corazón dicta y le dijo:

- te estaremos esperando, nuestra vida sin ti no tiene sentido… en el destino nuestro está escrito vivir estos momentos… no podemos cambiar nada… tengo miedo del mañana, acuérdate de tus palabras que siempre repites: “del centro de las dificultades nacen las soluciones”…

Khattar la abrazó, puso su mano encima de su cabeza y le dijo:

- estaré con ustedes siempre… te deje unas semillas que son nuestros hijos, cuídalos… quiero que sepan los pequeños que la libertad tiene una puerta, su llave la tienen los que la anhelan y se abre con el sacrificio, para que los otros sigan el camino…

Caminó hacia los niños dormidos en el suelo en los colchones de lana; la luz de la luna llena iluminaba sus caras, los abrazó, los besó, levantó a su pequeña Ward, la acercó hacia Él, con un largo beso en su frente y con una lágrima que se escapó se despidió…

Pero, Ward no podía despedirse dormida, lo miró en los ojos y le regaló su acostumbrada sonrisa angelical con gestos de alegría, como si fuera una despedida especial en el honor de su padre….

Khattar el hombre respetado en su pueblo, el Porta Estandarte del levantamiento, un hombre de ojos verdes, con bigotes color castaño bien cuidados, el hombre del turbante blanco, cuerpo alto atlético, algo que le daba una majestuosidad… era la admiración de todos, cabalgaba en su caballo árabe de color blanco, el cual era famoso en el pueblo de Rashaya por su marcha sincronizada, con sus pasos finos orgulloso de su jinete…. Khattar no pudo evitar abrazarla después de su sonrisa, la entregó a su madre, secó sus lagrimas, agarro su arma, puso su cinturón con las municiones y camino hacia su caballo preferido, no sin antes, hacer una ultima mirada hacia la casa viendo a Ward con su madre despidiéndolo en la puerta...

viernes, 3 de abril de 2009

Primera Parte. Capitulo 1°






En 1925, Rashaya era un pueblo alegre cerca del monte Hermón (Haramun)… sus casas que adornaban aquellas colinas fueron construidas de piedras talladas con techos de barro; sus habitantes personas pacificas, buenos anfitriones, de tradiciones árabes natas, dedicados a la agricultura tradicional…

en sus senderos de piedras pulidas, los encuentros permanentes de aromas de las rosas, los jazmines mediterráneos, los claveles y la lavanda, daban la bienvenida a la existencia misma del ser, y hacían del recuerdo algo inolvidable… y la brisa primaveral que llevaba en su espíritu las esencias que esparcían las flores de los manzanos, los perales, los almendros, los cerezos y las ciruelas, visitaba todas la casas y pronosticaba las futuras cosechas después de un invierno lleno de nieve que cubría todo el pueblo con su manto blanco …

La felicidad de Rashaya no era completa. La colonización francesa yacía con sus atropellos encima de aquellos territorios. Con sus garras asfixiaba las esperanzas, y encarcelaba la libertad… por las cosas insólitas que esconde el destino, en el comienzo de aquella primavera, se levantaba un movimiento libertador contra la ocupación francesa, que anhelaba una libertad -parecida a la mencionada en el eslogan de la Revolución Francesa: “Libertad, Igualdad, Fraternidad”- , principios que no fueron aplicados por los mismos franceses durante la ocupación de aquellas tierras lejanas…

Ward (Rosas o flores en árabe) una niña que nació dentro de una familia conocida; en aquella primavera, cumplió los 6 meses… cara blanca angelical, sus grandes ojos árabes de color negro, marcados por unas cejas delineadas a la perfección, cabello castaño, con una sonrisa alegre a través de la cual expresaba sus ganas para vivir;… Su madre una mujer matriarca, trabajadora, dedicaba su tiempo a los oficios relacionados con las tierras que tenían… la cargaba durante el descanso y la bendecía, porque Ward, era de una belleza que no se veía con mucha frecuencia entre los nacidos en aquellos tiempos… parecía una pintura, tenía una perfección fisonómica que llamaba la atención...

Los Soldados francesas llegaban al Castillo del pueblo para descansar de las batallas liberadas en Siria… porque allá por el otro lado del monte Hermón, un líder druso: Sultan Pasha al-Atrash, declaró la guerra contra la ocupación, y prácticamente tenía ganada la guerra… gran cantidad de luchadores esperaban su turno para participar en el levantamiento por la libertad, para cuidar la honra de sus familias y liberar sus tierras… los franceses no contaban con mucho apoyo popular. Eran detestados por la gente, por oprimir a aquellos pueblos campesinos que no representaban ningún peligro al nivel político o militar, vejándolos, humillándolos o tiranizándolos… Aquellos pueblos orgullosos de sus tradiciones, llegaron a tomar aquella difícil decisión, y fue, la lucha hasta liberar el último rincón de aquellos territorios…




En Rashaya empiezaban los preparativos del levantamiento… Ward no entendía lo que pasaba, y seguía con su sonrisa angelical… Ward no sabía lo que la esperaba, pero igual seguía alegre. La preocupación de su madre que contemplaba los árboles frutales llenos de flores en su boda anual… miraba hacia el cielo, rezaba para que la “ayuda divina” se encargaba de solucionar el inevitable conflicto… acariciaba los pelos castaños de Ward, a lo cual la pequeña respondía con su acostumbrada sonrisa, alzaba las manos para que la abrazaba con la intención de recibir el calor de su cariñosa madre… apenas se la acercaba hacia ella, Ward se aferraba a su cuello, dejaba descansar su cabeza encima del hombro, cerraba sus ojos, respiraba profundamente y seguía sonriendo…


*

* *



Continua...




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miércoles, 1 de abril de 2009

... Primero de Nisan




… siempre el primero de Nisan (abril) ha sido una fecha especial.


… desde mi niñez hasta hoy me ha marcado… no solo por ser una fecha que disfruto como una llegada oficial de la Primavera, donde los árboles, en muchas ocasiones engañados por el calor, se visten de blanco y rosado, dando esa sensación nupcial de la tierra con el sol, sino, es el día del nacimiento de mi hermano.


… un hermano, que siempre su presencia es muy especial,


… y cuando quiero hablar de hermano, esta tarea se convierte en una sensación donde lo que quiero decir es mucho, la tinta de las plumas no alcanza, y los dedos se paralizan.


… solo me salen unas cuantas letras que alcanzo robar a mi corazón: Tarek, eres alegre como la primavera, cálido como el verano, generoso como el otoño y noble como el blanco de la nieve del invierno.

… Feliz Cumpleaños hermano mío.


… por parte de Maksim, Valeria y el mío propio, reciba un inmenso abrazo como el océano, infinitos besos como el universo, acompañados con nuestros mejores deseos para ti.
…Gracias por existir hermano mío.

… y en esta fecha especial, he querido darle un renacimiento nuevo a mi amado Blog “Mi Flor de Nisán”. Y es amado, no solo por lo que significa su título. Y no solo por el motivo del mismo (algo que el viento se llevó entre sus brazos, y las olas del mar fueron borrando aquella palabra que fue escrita en la arena, mientras que dos corazones la escribieron en sus tejidos)

... Si no tambien, por la historia, por el linaje, por mi poeta y la luz de mis ojos: Makism.


…y por el sueño que quiero compartir y hacer ver… es el comienzo de un nuevo reto, espero que lo disfruten.

… en estos días se publicará la Primera Parte y el Primer Capítulo,


… la historia seguirá sus pasos implacables, sin parar, con las fuerzas del destino que la empujan.


… “la historia se repite, pero en condiciones diferentes y con expresiones diferentes, pero se repite…”, como expresa el Historiador y el Escritor egipcio, Mohamed Hassanein Heikal.


… es una expresión en el tiempo y un suspiro en el éter del Universo.


… espero sus comentarios y correcciones, de los cuales aprendo para seguir inspirándome, corrigiéndome, y para seguir los pasos del eterno aprendizaje, porque, al fin “somos eternos aprendices…”


… Bienvenidos


Aleksander K. Nagi S.
* La Foto: de Internet

viernes, 27 de marzo de 2009

…Para ti




…Para ti hijo mío


… por el linaje que llevas en tu sangre


… por la memoria infinita de la historia


… y por el amor que expresan tus ojos


… mi razón para vivir


… luz de mis ojos


... con todo mi amor.